El mundo necesita con urgencia hombres y mujeres capaces de hacer cercano el Evangelio. Se necesitan hombres con una experiencia real de Cristo que lo hagan presente en medio de la desolación en la que viven las personas que nos rodean. Nueva Evangelización, que arranque a los hombres de las garras de la muerte. Animémonos a participar...
lunes, 4 de julio de 2011
La misión
Un cristiano bien ubicado ya se ha dado cuenta que la situación en la que vive el mundo moderno es realmente preocupante. Las predicciones sobre el fin del mundo causan a muchos algo de miedo, pero no se dan cuenta que el mundo se nos está acabando a trozos, las personas que nos rodean van corriendo por la vida en busca de la felicidad, fácil y rápida, satisfacción que cueste poco y que dure lo que dure. Una sociedad que elimina todo lo que suene a compromiso, sufrimiento, vejez, limitación. Ante este panorama el anuncio de la Cruz de Cristo es mucho menos que ridículo: alguien que carga con la injusticia, que calla ante los insultos y que pide una serie comportamientos que implican amar más allá del pacer, este estilo de vida no es nada atrayente. Queridos hermanos, estamos ante un reto realmente grande, que exige que desempolvemos la nueva evangelización que el Beato Juan Pablo II protagonizo en los lugares a donde fue y digo desempolvar porque mucho se ha hablado de ello, pero pocos sabemos en qué consiste (gracias a Dios el Papa Benedicto XVI ha dedicado el próximo sínodo a este tema).
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